¿El éxito se consigue dando amor, mamá?
- @merycoaching
- 13 ago 2024
- 2 Min. de lectura
Actualizado: 19 mar

Estaba configurando esta página web, revisando cada detalle con la intención de que reflejara lo que realmente quiero transmitir. En un momento de pausa, mi hijo Tom, de 10 años, se acercó y leyó en la pantalla:
"El verdadero éxito se encuentra en los momentos que compartes y en la felicidad que construyes con quienes amas."
Se quedó un instante en silencio, como si estuviera procesando esas palabras, y luego, con la naturalidad y sabiduría que solo un niño puede tener, me miró y preguntó:
— Mamá, ¿el éxito se consigue dando amor?
Me detuve. ¿Cómo podía ser tan simple y tan profundo al mismo tiempo? Sin necesidad de largas explicaciones, sin conceptos complicados, él entendió. Entendió lo que a veces los adultos pasamos toda una vida intentando descifrar.
En ese momento, me di cuenta de que el verdadero éxito no es una meta, no es un número en la cuenta bancaria, ni una lista de logros por tachar. El éxito es un estado del alma, una forma de estar en el mundo donde el amor, la conexión y la felicidad compartida son la medida real de nuestra grandeza.
Y aquí es donde quiero invitarte a una reflexión: ¿En qué momento dejamos de ver la vida con la claridad de un niño? ¿Cuándo empezamos a creer que el éxito se mide en lo que acumulamos y no en lo que sentimos?
Ser niño no es solo una etapa de la vida, es un estado del ser. Es esa capacidad de maravillarnos con lo simple, de jugar sin miedo al ridículo, de imaginar sin límites y de soñar sin restricciones. Pero sobre todo, es la capacidad de dar y recibir amor sin condiciones.
A veces creemos que necesitamos encontrar a alguien para envejecer juntos, pero ¿y si lo realmente importante fuera encontrar a alguien con quien seguir jugando, imaginando y soñando hasta nuestra última exhalación en esta tierra?
Porque al final, no nos llevamos nada más que eso: los momentos vividos, las risas compartidas y la magia de haber amado sin reservas.
Así que hoy, detente un momento. Mira la vida con los ojos de un niño. Pregúntate: ¿Estoy dando amor? ¿Estoy jugando lo suficiente? ¿Estoy viviendo mi éxito desde el corazón?
Tal vez, como Tom, la respuesta ya la tengas dentro de ti.
Siente la Coherencia @merycoaching
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